Mi nombre es Estefany y tengo 30 años de edad, vivo con mi Familia; mi papá, mi mamá, mi hermana y su hija. Me considero una chica de mente abierta, me gusta vestir con ropa casual aunque si de vez en cuando con algo sexy principalmente leggins, blusas con escote y uno que otro vestido a la moda, pero con ropa que realce mi cuerpo, tanto la exterior como la íntima, disfruto mi sexualidad de manera moderada, actualmente estoy soltera y más lo que ocurre actualmente mi vida sexual ha disminuido.
Esto que les voy a contar pasó sin darme cuenta y me llenó de morbo y excitación. Todo era de lo más normal en mi vida hasta que hace casi un año descubrí que mi papá, me espiaba y más cuando usaba vestidos cortos que principalmente usaba en casa cuando hacia cosas como lavar y limpiar. Posteriormente me di cuenta que también lo hacía cuando me bañaba o cambiaba de ropa, e incluso cuando llegaba a tomar una siesta, cuando usaba vestidos y me llegaba a sentar, él no me quitaba la vista de las piernas, que algunas veces debido a lo corto de los mismos quedaban al descubierto la mayor parte de mis muslos y seguramente se me veían las bragas. En todo momento me se sentía observada por él que con mirada morbosa recorría mi cuerpo de pies a cabeza desnudándome con la mirada, actitud que me molestaba sobre manera, pero de momento no me animaba a reclamarle.
Tal situación me comenzó a excitar y me empecé a dar cuenta que en ocasiones mi ropa interior desaparecía o que incluso algunas prendas estaban manchadas y comencé a pensar que se masturbaba tanto con mis prendas íntimas recién usadas, como con mi ropa. Lo anterior despertó en mí la curiosidad de saber si mi papá era quien en verdad se masturbaba con mis pantaletas sucias. Un miércoles que estábamos solos mi papá y yo, decidí poner en marcha un plan para saber si era mi padre quien tomaba mi ropa, así que cuando me bañé, dejé la puerta un poco entre abierta a sabiendas que sería observada por mi padre, al desvestirme dejé mi ropa sobre el cesto de la ropa sucia de tal manera que sabría de inmediato si mi papá las habría tomado o no. Transcurrió todo el día y parte de la mañana siguiente recordé lo de los bragas y fui a constatarlo, para saber si las había tomado o no. Cuando revisé el cesto mi ropa estaban por demás distinta a como las había dejado, pude comprobar que sí las había tomado, pero no solo eso, estaban manchadas de semen por lo que sin duda se había masturbado con ellas frotándolas en su verga.
La molestia que originalmente había sentido al saberme observada libidinosamente por mi padre desapareció, comencé a sentirme muy caliente. Una noche tuve sueños húmedos en los que aparecía mi padre besándome todo el cuerpo y cogiéndome en todas las formas imaginables, amanecí con las pantaletas totalmente mojadas y más calientes de cómo me había acostado con un deseo sexual irrefrenable. Al levantarme antes de bañarme al primero que me encontré, tal vez esperando a que me metiera a bañar para observarme, fue a papá. Enseguida volvieron a mi mente las imágenes del sueño que había tenido donde el disfrutaba de mi cuerpo, inconscientemente mi caminar delante de él se tornó más sensual, sin premeditarlo me estaba prácticamente exhibiendo. Sentí que me desnudaba con la mirada. Además, que mejor espectáculo que tener las bragas mojadas por el caliente sueño y recordarlo delante de él. La mirada libidinosa de él me ponía más caliente. Estuvimos conversando por unos minutos y en su cara se dibujaba el morbo de verme, sentía como recorría mi cuerpo con los ojos, en verdad era algo excitante y a la vez perverso. Más tarde me metí a bañar y pude constatar, por la sombra que se veía en movimiento por debajo de la puerta, que mi padre me estaba espiando como acostumbraba a hacerlo, animada por la calentura que en esos momentos dominaba mi cuerpo me desnudé lentamente con movimientos sexis, al quedar completamente desnuda me di tiempo para quedarme así unos minutos teniendo plena conciencia de que mi papá me estaba viendo, lo que me excitaba aún más.
Durante la ducha me estuve exhibiendo de forma descarada ante la lujuriosa mirada de mi padre, me tardé el doble del tiempo que usualmente empleo en bañarme, no quedó nada que no le mostrara, mi vagina, mi culo, mis tetas. A partir de ese día no podía dejar de exhibirme y dejarlo ver mis piernas y pantaletas, me excitaba sobre manera saberme deseada por él. Se empezó a ser cotidiano el que saliera de mi cuarto con solo una blusa y en bragas o con vestidos cortos fingiendo que era una situación casual y supuestamente que ignoraba su presencia. Comencé a moverme de manera más sexi y sensual contoneando mi cuerpo en forma provocativa y sin tratar siquiera de disimular, lo que seguramente él disfrutaba ya que enseguida se le notaba la erección bajo de su pantalón y sentía como me devoraba con su mirada lo que me ponía aún más caliente de lo que de por sí estaba.
La excitación que me producía exhibirme no quedó ahí, un día se me ocurrió en hacer lo posible por verlo cuando él se estuviera masturbando con mis pantaletas, así que lo estuve cazando, buscando el momento cuando lo hacía. Una vez que estaba lavando ropa y tenía puesto en vestido corto cada vez que subía yo a tender mi ropa, él salía o pasaba por el patio, dirigiéndose a su cuarto, tiene una ventana por la que podía espiarlo. Logré mi propósito al ver como mi padre se frotaba mis bragas contra su verga y no solo eso también las olía y las llenaba con su semen. A partir de ese día comencé a dejar diariamente mi ropa sobre la cesta de la ropa sucia para incitarlo a tomarla y comencé a masturbarme oliendo mis bragas llenas de su semen, él lo hacía diariamente dejando muchas de mis braguitas llenas de su semen, lo primero que hacía era tomar mis pantaletas y extenderlas para mirarlas, después las llevó a su nariz, oliéndolas principalmente la zona donde antes estuvo mi conchita, acto seguido se las llevaba a su verga la cual siempre estaba en total erección, la podía ver enorme y gruesa, está bien dotado para su edad, el tamaño de sus testículos es sorprendente, y su verga gruesa y muy dura, con un glande grande y brilloso. De inmediato me empecé a sentir caliente, empapando mis bragas en segundos, Mi padre la sostenía con una mano aspirando el aroma de mi sexo, lamiéndolas, mientras con la otra se masturbaba su deliciosa verga, instintivamente yo comencé a masturbarme también frotando mi clítoris, enseguida mi papá envolvió mi braga y la puso alrededor de su hermosa verga frotándola con vigor.
Aquella excitante escena se prolongó por varios minutos hasta que empezaron a brotar chorros de blanco semen en abundante cantidad que vertía sobre mis bragas y se limpiaba con ellas, para después salir y dejar mi ropa sucia manchada sobre el cesto, de inmediato me apresuré a esconderme con mis braguitas totalmente empapadas, por lo que enseguida tuve la necesidad de masturbarme imaginando la ricura de verga que tiene mi papi. Él se masturbaba con mi ropa interior varias veces a la semana y cada día me excitaba más despertando en mí el deseo irrefrenable de podérsela besar, lamer y mamar hasta que eyacule en mi boca y no se diga del anhelo de tener su verga dentro de mi vagina y sentir todo ese semen llenando mi conchita, sentir sus manos y su boca recorriendo todo mi cuerpo. Incluso cuando me masturbo cierro los ojos y me imagino que es mi Papi quien me está cogiendo, asimismo imagino que le chupo la verga lo que me hace tener orgasmos más placenteros. Esto se ha convertido en algo cotidiano, pero no por ello menos caliente sino cada vez más agradable, pero con más sensualidad y exhibicionismo de mi parte para excitarlo y casi una invitación a realizar el incesto entre nosotros, cada día mis exhibiciones con mi padre son más descaradas y de su parte ya no intenta disimular la erección y la excitación cuando me está viendo las piernas y las pantaletas. Estoy segura de que es cuestión de tiempo para que yo y mi Papa consumemos el incesto.
Habían pasado ya algunos días desde que lo vi masturbarse y cada vez yo me comportaba ante el de manera más sensual y me dejaba ver más, le mostraba más de mí, mi cuerpo y eso me calentaba aún más. Cabe mencionar que mis padres no duermen juntos desde ya hace varios años, pero si siguen viviendo en la misma casa. Pues resulta que mi padre aunque ya es un hombre mayor, no está del todo mal físicamente y además, con esa impresionante verga que tiene; pues ya me estaba empezando a animar a que me la metiera y que me hiciera suya, pero estaba algo temerosa por la reacción que él tendría o si es que me acusaría con mi mamá. En una ocasión que me encontraba con mi padre a solas, él se fue a tomar una de mis bragas para sus típicas faenas masturbadoras, yo como siempre me tomé mi tiempo para esperar a que estuviera en plena faena y después poderlo espiar desde la azotea, después de varios días me di cuenta que en cuanto yo me cambiaba de ropa interior él siempre se tomaba su tiempo para ir a recoger su fetiche y se iba a su habitación según el descansar.
Él empezó a hacer su sesión masturbadora ya completamente desnudo sin importarle nada incluso lo llegué a observar que a veces lo hacía sentado en la orilla de su cama dándome una perfecta visión de lo que hacía. Tiempo después me confeso que lo hacía a propósito y sabía que yo lo veía. Día a día lo veía y claro que me masturbaba mientras lo hacía, dejando después mi braga en mi cesto de ropa sucia y ya en la noche después yo me regocijaba con el néctar de mi papi, durmiéndome de la manera más deliciosa y teniendo sueños húmedos con él. La verdad no sé cuál era la razón, pero al ver la verga de mi padre me llamaba mucho la atención lo grande y gruesa que se veía, quería verla más de cerca, poder olerla, saborearle y sentirla dentro de mí. Después de varios días, pensé que al pobrecito, le faltaba una buena hembra, ya que desde hacía mucho tiempo mis padres no hacían nada juntos, así que me dispuse a como diera lugar a remediar eso.
Un Miércoles, en que estábamos en casa solos él y yo
decidí dar el siguiente paso para consumar esta relación, él se encontraba en
la sala sentado en el sofá viendo la tele, yo salí de mi habitación con solo mi
blusa y en calzones, me dirigí a la cocina para prepararme un café, pasé y lo
saludo, le ofrecí que si quería un poco de café a lo cual el me contesto que
sí. Él no perdía detalle de mi cuerpo y más de mis nalgas, yo me sentía
observada y eso me calentaba mucho, una vez que terminé de preparar el café se
lo llevé hasta donde él estaba y podía ver cómo me comía con la mirada y como
sus ojos se fijaban en mi panty. Entonces le dije que me metería a bañar
después de tomar mi café, él me dijo que estaba bien y me agradeció por el
café. Cuando me di la vuelta movía más mis caderas y obviamente mis nalgas, me
percaté que no me quitaba la vista ni un momento, después de terminar mi café
lavé mi taza e intencionalmente me mojé un poco la blusa a la altura de mis
pezones, ya estaban bastante duros y me di la vuelta, le avisé que ya me iría a
bañar, tímidamente me contestó con un “bien” y podía ver como miraba mis tetas
y mis pezones que se traslucían debajo de la delgada tela.
Ya en la ducha sabía que intentaría espiarme, entonces dejé la puerta entre abierta, me quité la poca ropa que traía y comencé a ducharme. Al poco tiempo puede ver como mi papi me observaba desde la puerta, yo le daba un espectáculo luciendo mi cuerpo y mostrándole mis nalgas y tocándome las tetas, después de un rato puede escuchar unos gemidos y pensé que mi papá se estaba masturbando y que estaba a punto de acabar, dejé que pasara un rato esperando a que lo hiciera y cuando él se fue salí de la ducha con una toalla solamente. Cuando salí pude ver como mi propio padre había dejado mis bragas en el suelo llenas de semen, rápidamente las levanté y empecé a olerlas y saborear el semen fresco que estaba aún tibio, no sé si fue por la excitación, pero me sabia delicioso, me tuve que masturbar en ese momento sin importarme nada, ahí hubiera querido que mi papá estuviera y me bajara esta calentura y me dejara llena de semen la conchita. Cuando terminé de masturbarme me dispuse a dar el siguiente paso que era en verdad seducirlo y consumar este acto. Me maquillé un poco y me puse el vestido con el que anteriormente ya me había visto mi papi, salí dispuesta a cazar a mi presa, mi papá estaba en su cuarto acostado me imagino que descansando después de haberse masturbado y sacado tanta semen y derramarlo sobre mi braga. Entré a su habitación sin tocar, él estaba viendo la tele aunque algo nervioso al verme llegar, le pregunté si podía ver la tele con él, ya que estaba aburrida, me respondió que sí y me preguntó: “¿Saldrás hoy?”. “No papá, no tengo planes para hoy” –le respondí. “Te pregunto, porque estás muy arreglada” –me dice. “Solo quería estar cómoda y ponerme linda a pesar de quedarme en casa” –le contesté.
Cuándo me subí a la cama, me puse un poco en cuatro, mi papi no perdía ningún detalle, pero cuando gire mi cabeza y lo vi, él desvió la mirada. Me acosté a su lado y pude ver como se le marcaba en su pantalón una tremenda erección. Intentaba disimularlo poniéndose una almohada sobre su parte, entonces decidí sentarme en la cama recargando mi espalda en la cabecera y flexionando mis piernas, en ese momento vi como mi papi intentaba voltear pero no se atrevía a hacerlo, yo quería que él tomara la iniciativa pero al parecer tenía que mostrarme más receptiva, entonces le pedí que si podría traer unos refrescos mientras yo buscaba algo que ver en la tele. Se levantó y salió de la habitación sin voltear atrás, entonces aproveché para abrir más mis piernas y que cuando el entrara pudiera verme toda mi tanga y así poder incitarlo más, él no tardó mucho en regresar y cuando me vio casi se le caen los refrescos.
Se sentó a mi lado pero no dejaba de ver mis piernas, pasarían como unos 30 minutos y decidí acostarme boca abajo dándole una perfecta visión a mi papi de mi culo, yo empezaba a mover mis pies a flexionarlos y moverlos de un lado a otro pero en uno de esos movimientos le rocé su verga, me disculpé pero cuando me giré vi como él estaba completamente perdido en mi culo y viendo mi ropa interior, ahí fue cuando me decidí a atacar preguntándole que si le gustaba lo que veía. Él trataba de cubrir su erección pero rápidamente me incorporé y pude tomarla con mi mano izquierda y la presione agarrando parte de sus testículos los cuales estaban bastante grandes y le dije que no tuviera miedo que sabía lo que hacía y que me gustaba, que estaba a punto de disfrutar aquello que me calentaba tanto. Acto seguido le empecé a desabrochar su pantalón y le bajé su bóxer y saltó su verga, estaba super dura y bien parada, ya con un poco de líquido pre seminal en su glande, con mi mano derecha comencé a masturbarlo, era fantástico y muy morboso por fin tenía esa verga que tanto me obsesionaba entre mis manos, la verga de mi papa era asombrosa, después de un rato de estarlo masturbando empecé a ver como crecía y palpitaba, se veía que él ya estaba por eyacular, pero quería saborear ese viscoso semen. Rápidamente me la metí a la boca y se la empecé a chupar, no tardó mucho en aventar unos cuantos chorros de semen, los que tragué como la mejor de las zorras, mi papi no daba crédito a lo que veía, jamás hubiera pensado lo que era capaz de hacer, ya que siempre me vio como una “niña buena”. Él tenía una cara de excitación que se le veía más que complacido, procedí a limpiarlo con mi lengua completamente.
Él seguía con una erección, me incorporé un poco más para poder darle un beso en su frente y que tuviera una mejor visión de mis tetas, él las rozaba con su nariz pero sobre el vestido, entonces lo monté colocándome sobre él y sacando mis tetas y se las ofrecí como si fuera un bebé. No perdió el tiempo y me empezó a chupar mis pezones a masajearme las tetas con sus manos parecía como si fuera un niño hambriento, ya que me succionaba con tal fuerza que me sacaba unos gemidos, yo sentía como su enorme verga rozaba mi conchita como queriendo buscar la entrada, me moría de ganas de sentir esa enorme verga dentro de mí, entonces solo hice a un lado la tanga y de una sola estocada sentí como me penetró sacándome un grito de placer. Me la metió hasta el fondo, sacándome muchísimos gemidos y arremetiendo con sus caderas, sacando y metiendo su verga en mi conchita, hacía que le pidiera que me diera con todo, luego cambiamos de posición, el me alzó las piernas y las colocó sobre sus hombros, y me metió con fuerza su verga, después de un rato en esa posición, me dijo que me pusiera en cuatro que me la quería meter así, me di la vuelta y me puse en posición y me abrí lo más que pude para poder recibirla hasta el fondo. Sentía como sus manos acariciaban y besaba mis nalgas, las lamia y apretaba, me tomó por la cintura y me jaló hacia él, clavándome su verga erecta y dura, la que entraba hasta el fondo, yo tenía mi cabeza sobre la cama y mordía las sábanas. Mi culo era perversamente cogido con esa deliciosa verga, gemía como poseída y le decía que me la metiera más fuerte. Después, decidí dejar que mi papi hiciera lo que quisiera. Era tanta mi excitación y el morbo de estar con mi padre que le dije: “¡Papito, quiero que me llenes el culo de leche!”. Él arremetió con más fuerza después de eso y podía sentir como su verga se hinchaba y palpitaba. Estaba a punto de acabar en mi culito. Sentí como su verga explotó y llenó mi agujero con su tibio semen. Se sentía delicioso, me encantó esa exquisita y morbosa forma de coger de mi padre, el placer fue tan sublime que me quedé exhausta. Nos quedamos recostados en la cama para poder relajarnos y minutos después él me dijo que fantaseaba con este día desde hace mucho y que me agradecía por este momento. Yo solo le di un beso suave en los labios, medio me arreglé y salí de la habitación, ya que no queríamos ser descubiertos por mi madre o mi hermana.
Tomé un vaso de agua y apareció papá, me tocó las nalgas y me dijo: “Esto tenemos que hacerlo más seguido”. “Ten paciencia papi que esto se repetirá otra vez y todas las veces que sea necesario, pero ten calma” –le dije. Así fue, siempre que teníamos la oportunidad de coger lo hacíamos como dos adolescentes, hasta quedar tirados en la cama pensando en lo que haríamos la próxima vez.
Pasiones Prohibidas ®
Uffff me encantó y me excito demasiado, me dejó mojada 🥵🥵
ResponderBorrarMi señor escribe maravillas me va llevando por un universo desconocido y me pierdo es sus fantasias. Gracias mi señor.
ResponderBorrarMuy buen relato... La fantasía que muchos tenemos.
ResponderBorrarEn verdad la fantasía de muchos, me encantó escribe de maravilla
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