sábado, 8 de marzo de 2025

92. Ramón y su hija Lety nos visitan


Mi padre invitó a su amigo Ramón a ver el futbol en nuestra casa. Este aceptó de buena gana y también vendría mi amiga Lety. Ambos sabían que ese sábado después del Futbol habría algo más.

A las cinco de la tarde llegaron padre e hija ya que el partido comenzaría a esa hora. Ya estaban en casa mi tío José, mi tía Lucrecia, mi prima Rosy y mi primo Raul .Los hombres se quedaron en la sala tomando unas cervezas viendo la TV. MI amiga Lety, mi prima y yo nos fuimos a arreglar a mi cuarto. Mi mamá y mi tía se fueron a hacer lo mismo a la habitación matrimonial. Escogíamos una prenda y luego otra para ver en cual nos veríamos más sexys. Mientras hacíamos eso, Lety muy seria nos dijo: “Amigas les voy a contar algo pero no quiero que se lo digan a nadie, ¿está bien?”. Mi prima y yo le prometimos no decir nada. “Como ya ustedes saben hace varios meses me entregue a mi padre y seguimos teniendo relaciones, de echo nos queremos cambiar de ciudad para ir a donde nos sepan nuestro parentesco y pasar como una pareja normal de recién casados”  -dijo. “¡Muy bien!” –dijimos nosotras al mismo tiempo, “Así nadie los va a juzgar” –dijo mi prima. “Lo que no saben y eso es lo que les quiero contar es que al parecer estoy embarazada” –dijo Lety con una sonrisa. “¡En serio!” –dijo mi prima. “¿Estás segura?” -le pregunté yo. “Ya tengo dos meses de atraso y me quiero hacer una prueba casera” –respondió Lety, “¿Tu papá ya lo sabe? –preguntamos y contestó que no, apenas en esos días se lo diría. “Bueno lo hecho, hecho está” –le dije. “Ahora a divertirnos, que esa noticia no nos eche a perder la noche, al contrario vamos a festejar con más ganas” –dijo mi prima. “Tienen razón, esto es para estar contentos porque yo así lo quería y ya se lo había dicho a mi papa y él también lo quería ya que nunca se protegió ni me dijo que yo lo hiciera” –dijo Lety. Ya arregladas nos dispusimos a bajar a la sala pero antes pasamos por la recamara de mi mamá. Rosy se había puesto un vestido plateado, cortísimo que dejaba ver sus hermosas piernas y que no llevaba nada abajo, sus tetas parecía que se le saldrían de lo apretado y unos zapatos del mismo color, Lety se puso un vestido rojo también muy corto y unas zapatos rojos, tampoco se había puesto bragas. Yo no me quise quedar atrás y me puse una mini falda cortísima que me hacía ver las nalgas sin necesidad de agacharme, una blusa apretada para realzar mis ya grandes tetas. Las tres no veíamos como unas putas. Al entrar a la recamara de mi mama las vimos bien arregladas y listas para comenzar la reunión de esa noche. Mi madre se puso un vestido blanco hasta la rodilla pero abierto de los lados hasta casi la cintura, sus enormes tetas las traía casi de fuera por el gran escote del vestido. M tía se puso un vestido negro pegado al cuerpo semitransparente y se notaba su completa desnudes debajo de este.

Cuando bajamos, todos los presentes se quedaron con la boca abierta. Tan buena estaba una como la otra, No sabían que era mejor, si la novatez de las jóvenes o los cuerpos maduros pero bien exuberantes y delineados de mi mamá y mi tía. Inmediatamente nos sirvieron vino y dijimos salud por estar todos juntos en esa reunión. Nos sentamos en los sofás y ellos al ver que ninguna traía bragas se les comenzaron a parar las vergas, eso nos excitó a todas. Mi hermano Francisco se acercó a mi amiga Lety, esta volteó a ver a su padre pero él con la mirada le indico que todo estaba bien. Mi papá se fue a sentar junto a mi tía Lucrecia .Ramón se sentó junto a mi mamá y comenzaron a platicar. Mi primo Raúl que es de mi edad se sentó junto a mí. Pasamos un rato platicando y riendo alegremente entre todos y sobre todo diciendo salud, ellos con sus cervezas y nosotras con nuestras copas de vino. Ramón no perdía tiempo y empezó a meterle la mano a mi mamá por debajo de la falda. Mi hermano y Lety ya se estaban besando, mientras mi papá le tocaba la nalgas a mi tía que se había puesto de pie. La que tampoco perdía el tiempo fue mi prima Rosy, ya le estaba chupando la verga a mi tío, su propio padre. Cuando Raúl vio eso se bajó el pantalón y me dijo: “Chúpamela prima”. Me puso la verga en la cara, yo como soy bien obediente lo hice. Todos estábamos en lo nuestro cuando oímos un tremendo grito, entre de dolor y gusto, era mi tía la causante de eso, mi padre se la había metido por el culo. Nos habíamos quitado la ropa mientras nos besábamos y acariciábamos, así que ya casi todos estábamos completamente desnudos. Francisco tenia a Lety con las piernas en sus hombros, le metía toda la verga, mientras el padre de esta tenía a mi mamita en cuatro patas metiéndole la verga en su concha que se la devoraba toda.

Yo se la mame por un rato a mi primo y luego lo acosté boca arriba en la alfombra y me le subí para dejarme llevar por esa verga que también sabia darle placer a una mujer. Mi tío tenía bien abierta de piernas a su propia hija sobre un sofá y le metía esa deliciosa verga que yo me había comido en más de alguna ocasión. ¡Qué rica orgía escenificábamos toda mi familia junto a Ramón y su hija Lety! Se sentía y se olía el sexo en toda la sala. ¡Qué maravilloso momento estábamos viviendo! Nos estábamos disfrutando como nunca. Solo se opian nuestros gemidos y los resoplidos de ellos. “¡Métemela toda papito!”. “¡Dame más!”, “¡Quiero más verga!”. “¡Así mi vida, así!”. Esas y muchas frases más se oían por todo el salón, Todas estábamos gozando de unas ricas cogidas que nos estaban dando nuestros machos en turno. No supe quienes acabaron primero, solo se oían los gemidos de todos en los delirantes orgasmos. Mi primo y yo nos besábamos y nos decíamos de todo en el momento que nos estábamos acabando. Sudorosos y agitados, volteamos a ver a los demás y unos ya estaban descansando y otros ya casi terminaban. Después de un rato ya estábamos todas descansando de la rica cogida que nos acababan de dar. Sabíamos que seguiríamos recibiendo más vergazos de nuestros amantes esa misma noche.

Estábamos todos desnudos, el olor a sexo expelía de nuestros cuerpos como el más delicioso perfume que nos envolvía con su fragancia. La escena era maravillosa. El espectáculo era de lo más caliente que se pudiera uno imaginar. Ellos mostraban sus vergas descansando y ellas sus cuerpos desnudos de diosas. Se respiraba sexo en el ambiente. Mi mamá y mi tía con sus cuerpos desnudos solo con zapatos de tacón alto a sus 39 años se veían como diosas. Mi papá, mi tío y su amigo Ramón se servían unos tragos en la barra de licores de la sala .Mi hermano y mi prima, platicaban alegremente. Mi amiga Lety y yo, tomábamos una copa de vino cada una. Mi primo Raúl tomaba una cerveza. Mamá se encargó de sacar a todos de sus actividades al dirigirse a todos y decirnos: “Que no decaiga el ánimo, hay que festejar a nuestros invitados como merecen”. Se refería a Ramón y su hija Lety. Diciendo y haciendo, tomó a Ramón de una mano y lo llevo al centro del salón donde ya habían puesto una gran colchoneta sobre la alfombra. Se veía hermosa caminando con esos enormes pechos, su gran trasero y bien blanca, parecía una diosa, mi tía que no se quedaba atrás en belleza, también se unió a ellos dos para dirigirse al centro de la sala y poner a nuestro amigo acostado boca arriba. Mi tía fue la primera en chuparle la verga, comenzó en la punta y siguió chupando, y metiéndosela más y más en la boca hasta que casi la desapareció. Mi madre la toco en el hombro para indicarle que ella seguía para disfrutar esa verga .Se la metió toda casi de un solo golpe y ya que lo tenía hasta la garganta, luego la sacó  hasta la mitad y volver a metérsela toda en la boca .Mi tío acostó a mi amiga Lety sobre el gran sofá y puso su cara entre sus piernas para disfrutar de esa húmeda, mi papá no perdió tiempo y le colocó a mi amiga la verga en la cara. Ella inmediatamente lo tomó y como si fuera chupete de bebé se lo metió en la boca para darle unas buenas chupadas al glande, lo cual hacía con muchas ganas. Mi tío la voltio para ponerla en cuatro patas y ya con la concha bien ensalivada, le metió un pedazo de verga, mi amiga ni se inmuto dando a entender que se la metieran toda.

Mi padre se la seguía metiendo en la boca y mi hermano se colocó junto a él para que también se la mamara, para mi tío y mi hermano Lety era carne fresca que no podían dejar de degustar, papá ya se la había cogido antes en su casa junto a su padre, pero recordar ese delicioso momento lo ponía caliente y quería repetir esa perversa experiencia. Mi mamá y mi tía seguían chupando la verga de Ramón, se decía una a la otra: “¡Pero que rica verga tiene este hombre!”. Se la pasaban por toda la cara, primero una, luego la otra. Mi prima y yo al ver todo eso se nos comenzó a mojar la vagina y nos acercamos a nuestras progenitoras para ayudarlas en tarea. Nos dejaron la verga de Ramón bien parada para que lo disfrutáramos y ellas procedieron a besar en la boca a Ramón. Mi prima se estaba comiendo esa deliciosa verga llena de venas como loca  y la succionaba completa, desde la base hasta la punta, a mí se me hacía agua la boca y ya quería disfrutarla también. Mi madre se sentó en la cara de nuestro amigo para que el sintiera lo mojada que ella estaba. Nuestro amigo le paso los brazos por las piernas y la jaló hacia él para meterle la lengua hasta quién sabe dónde. Mi madre solo decía: “¡Ay que rico lo haces! ¡Me metes toda la lengua!  ¡Qué rico estoy sintiendo!”. Mi tía se masturbaba esperando su turno. Voltee a ver a mi amiga Lety y esta estaba sobre mi papá que boca arriba se la estaba metiendo por la vagina y mi tío al ver el culote parado de ella, empezó a lamérselo, era un perverso beso negro que la hacía delirar.

Mi hermano y mi primo estaban con la verga bien parada frente de ella recibiendo una tremenda chupada de verga. Se metía una y luego se metía la otra. Ya que mi tío vio el culo bien ensalivado de Lety apuntó su verga a la entrada de ese agujero que pedía ser cogido. Se la ensartó poco a poco, primero entró el glande, ahí se detuvo unos momentos. Siguió empujando y su verga más entraba, ya que estaba más o menos a la mitad, se la metía suavemente, pero empujando más y más, hasta que entró toda. Mi tío solo decía: “¡Qué rico culo tiene esta putita! ¡Qué apretada está! ¡Siento que me ahorca la verga! ¡Qué ricura de nena!”. Mi amiga con los ojos en blanco recibía todas las vergas que le estaban dando por todos los orificios. En esos momentos ni se acordaba de su posible embarazo a causa de las noches de pasión que pasaba con su propio padre. Mi Tía y mi madre ya se habían enlazado en un rico 69, se chupaban con ganas las vaginas una a la otra. Yo me había sentado en la boca de Ramón y este me metía la lengua completa .Mi prima le chupaba endemoniada, sin dejar libre ni un centímetro de su verga. Cuando este comenzó a moverse más rápido en la boca de Rosy, ella me hizo una seña para que yo también se la chupara ya que estaba a punto de acabar .Soltó el primer disparo de semen que atravesó toda la cara de mi prima, el segundo chorro me dio a mi desde la barbilla hasta los ojos, no sé cuántas veces disparó su caliente verga en nuestro rostro pero nos lo dejó completamente lleno de espeso semen. .Nos miramos una a la otra y nos comenzamos a lengüetear para comernos ese caliente recién ordeñado. Nuestras progenitoras seguían en la misma posición del 69 pero ya se estaban metiendo unas tremendas vergas de plástico una a la otra. Alternaban las metidas con unos ricos lengüetazos que se daban, sus gemidos anunciaban que estaban teniendo un candente orgasmo. Nuestros padres junto con mi hermano y mi primo seguían cogiéndose a mi amiga Lety. Le estaban dando la cogida de su vida. Mi padre se la metía furiosamente, mientras mi tío le seguía horadando con frenesí su ya abierto y hambriento culo. Mi hermano y mi primo se turnaban para que ella se las chupara, cosa que hacia como loca. No sé quien fue primero pero todos casi al mismo tiempo acabaron sobre mi amiga. La estaban bañando con semen por dentro y por fuera. Le dejaron la concha, el culo, la cara, el pelo y parte de la espalda llena de ese semen caliente.

Cuando hubo dejado secas las vergas de los cuatro, con una gran sonrisa se acercó a su padre y le dijo: “¡Quiero que esto se repita papi! ¿Se puede repetir papito? –le dijo con voz melosa. Ramón no le podía negar nada y respondió: “Si mi amor, pero la próxima vez yo también quiero estar en el grupo que te va a coger”. Ella muy feliz con la respuesta, le dio un tremendo beso en la boca que de seguro le supo a verga de todos los miembros varoniles de mi familia. Ellos se vistieron y se despidieron de cada uno de los ahí presentes y abrazados como dos enamorados y con una cara de felicidad se marcharon prometiendo volver en las próximas reuniones de mi familia. Nosotros seguimos cogiendo unos con otros hasta el amanecer, yo al menos le di unas buenas mamadas a todos los hombres principalmente mi primo Raúl, ya que me había encantado su verga. ¡Mi familia era lo máximo! ¿No creen?

 

 

 

Pasiones Prohibidas ®

1 comentario:

  1. Uffffff que caliente e intenso relato cada línea llena de morbo y olor a sexo en todo su expledor como siempre exquisito Caballero

    ResponderBorrar